viernes, 29 de abril de 2011

LA DECISIÓN DE VOLAR...

Es curioso cómo a veces el destino nos elige y no somos nosotros quién lo elegimos...
Cómo los ciclos se cierran fruto de las elecciones forzadas... Alguien en una ocasión me dijo que yo tenía alma de nómada y quizá sea cierto, lo que no sabía era que doloroso es en algunos momentos tener un alma así....
La decisión de volar, la decisión de cambiar conlleva algo maravilloso que seguro estoy aún hoy no soy muy consciente del gigantesco cambio que en mi vida se avecina. Y a veces la duda me asalta por no saber si los pasos que estoy dando son pasos hacía adelante o si esos pasos buscan a un pasado.
Es cierto que dejo mucho atrás en esa ciudad que vio nacer a tantos artistas, en esa ciudad que solo ella entiende la Semana Santa de esa forma, en esa ciudad que me regaló tan buenos momentos y tan buenos amigos... No puedo dejar de sentirme nostálgico y triste cuando pienso en ello pero es que tampoco quiero dejar de sentir así...
Ahora en la calma que el paso del tiempo me regala intentaré adaptarme a estos nuevos días...
Por un lado me siento feliz de esta nueva ventura y por otro pienso en lo lejos que quedó de mí aquella chica del pelo rojo matemática que si no hubiese sido matemática hubiese sido vedette, que siempre tenía algo que decir para sacarme una sonrisa, de aquel alma elegante y maravillosa persona profesora de francés, de su marido educado, correcto, solitario y marchoso como el que más...
Y muchas muchas más personas que iré nombrando poco a poco si en un futuro fuese posible y no me invade como de costumbre el aburrimiento de saber que no estoy haciendo nada nuevo...